jueves, agosto 09, 2007

Picos de Europa

Aquí va la última tanda de post del viaje a Cantabria. El tercer día de viaje visitamos los Picos de Europa. Precioso. Lo que más me chocó: las cabras en lo alto de los riscos que se ven en estas fotos, que parecía que en cualquier momento iban a caer encima del autobús. Eso es equilibrio y lo demás son tonterías.

Llegamos hasta un pueblecito llamado Fuen De, donde está el teleférico que aparece en esta primera foto, que salva un desnivel de 1500 metros en 3 minutos. Teniendo en cuenta que tengo vértigo, me dan cada día más pánico las alturas, y que llevaba en el cuerpo a esas horas ya 2 biodraminas del mareo que llevaba, mi gran hazaña del día fue... ¡que subí en el teleférico! Después de dos horas de camino por curvas y más curvas hasta llegar hasta allí me dije a mí misma: con mareo o sin él, después de la pijá de autobús que me he pegado, yo subo aunque me tengan que atar a la cabina. ¡Y subí!

Ese es el teleférico de Fuente De. Sube bien altito.


Pero desde luego mereció la pena. Estas son las vistas del Valle de Liébana desde lo alto de la montaña.

Vistas de los Picos de Europa desde lo alto.


Al bajar, visitamos Santo Toribio de Liébana, donde se encuentra uno de los fragmentos de la cruz de Cristo. Esta foto está hecha en el claustro de la iglesia. Pero lo que a mí más me sorprendió: ¿habéis visto el tamaño de las hortensias? Cantabria está llena de hortensias de ese tamaño que crecen ellas solitas en el suelo, en los laterales de la carretera, ¡por todos lado! En Murcia te cobran un ojo por una macetita de hortensias que en un mes se queda seca como una pasa hagas lo que hagas. He descubierto que a parte de las hortensias blancas y rosas que venden aquí... ¡hay azules! Mi madre y yo nos pasamos la mitad del viaje babeando viendo los balcones de flores que había.

Después visitamos Potes, otro pueblo en los Picos de Europa, donde comimos el cocido Liebanés. Es el plato típico del Valle de Liébana, que es la zona de los Picos de Europa donde estuvimos todo el día. Es un cocido montañés de esos que resucitan hasta los muertos. Mi hermano lo define como "eso es una bomba"... y creo que tiene razón XD.